Mesa de trabajo. La ganadería y el oso
Recuerdan al consejero en funciones de Desarrollo Rural y Sostenibilidad «la obligación de cumplir con la ley en relación con la conservación del oso en Aragón».
Las organizaciones ecologistas de Aragón han hecho un llamamiento a la cooperación entre los implicados en el conflicto del oso para «la búsqueda de soluciones, diálogo y transparencia, con el fin de debatir las medidas de prevención e indemnización más adecuadas para el sector ganadero».
Para ello y ante lo que considera una actuaciones «negligente» del departamento de Desarrollo Rural y Sotenibilidad, propondrán la constitución de una mesa de trabajo sobre la ganadería extensiva y la conservación del oso.
A través de un comunicado, firmado por siete asociaciones, señalan que «la alarma suscitada entre los visitantes y turistas por el oso Goiat, solo requiere la aplicación de los protocolos de prevención que se aplican en otras regiones y no entrañan ningún riesgo para las personas».
SEO/BirdLife, Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ), Amigos de la Tierra, Fondo Natural, Ecologistas en Acción, Ansar y WWF-España manifiestan que el Gobierno de Aragón «está obligado por ley (europea, nacional y autonómica) a conservar la biodiversidad, especialmente las más amenazada, como el oso, catalogado en 1995 como especie en peligro de extinción».
Las asociaciones ecologistas insisten en que diferentes ejecutivos aragoneses deberían haber aprobado hace más de una década un Plan de Recuperación de la especie, con medidas y acciones para su protección y coexistencia con la ganadería extensiva. «Si se hubiera cumplido lo estipulado por la ley, la mayoría de los problemas actuales ya estarían solucionados».
Según recuerdan, en 1993 el Gobierno aragonés aceptó y se comprometió con Navarra, Cataluña y Francia a recuperar y reintroducir el oso en los Pirineos, con fondos europeos Life (programa de conservación de vertebrados amenazados en los Pirineos). En fechas más recientes, «el ejecutivo y de manera voluntaria» respaldó ese compromiso con una carta de apoyo al proyecto PirosLife iniciado en 2014 y cuya primera acción reseñada era la introducción de un nuevo ejemplar para la mejora genética de la población osera existente.
Por último, en 2018 la Comisión Estatal para el Patrimonio Natural y la Biodiversidad, aprobó el protocolo de intervención con osos en los Pirineos, elaborado por el Grupo de Trabajo del oso en los Pirineos (formado por técnicos del Ministerio de Transición Ecológica y los Gobiernos de Cataluña, Aragón y Navarra). Desde las organizaciones ecologistas no consideran aceptable «ni la actitud, ni los mensajes confusos, que el consejero Joaquín Olona ha transmitido a la sociedad aragonesa y en particular a los ganaderos».
En este proceso de recuperación de la especie, los conservacionistas señalan que Francia, Cataluña y Navarra han ido realizando sus deberes, adoptando las directrices marcadas por la UE para arbitrar medidas de compatibilidad de existencia de grandes carnívoros con los usos tradicionales en el territorio, recibiendo de esta manera fondos LIFE de financiación europea, «en los cuales se ha negado a participar el Gobierno de Aragón».
A este respecto, señalan que desde las diferentes asociaciones han realizado distintas propuestas para el mantenimiento de la ganadería extensiva en compatibilidad con la presencia de oso y lobo susceptibles de recibir financiación de la UE: fomento de agrupación y vigilancia de rebaños, ayuda a la contratación de pastores, mejora de las instalaciones en puertos de verano, indemnizaciones justas y rápidas, formación, aumento en la inversión, investigación e innovación de medidas de manejo y reducción de daños y ayudas a la ganadería extensiva por el pago de servicios ambientales.
Según apuntan, el Gobierno de Aragón «debería disponer de la información sobre la presencia y desplazamientos de los osos en el Pirineo, tal y como se acordó en la reunión entre España y Francia celebrada en mayo en Madrid«, con el objeto de poner en marcha medidas que permitieran reducir las posibles afecciones a la ganadería extensiva. Los ecologistas explican que «por eso se marcó con un GPS a Goiat en mayo 2019, para activar los protocolos de prevención y ayuda a los ganaderos». «La presencia del oso en Aragón va a aumentar en las siguientes décadas y es imprescindible que la administración ayude al sector ganadero a adaptarse a esta nueva circunstancia sin que sean los paganos de esta situación».
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